Eran
aproximadamente la 2 p.m., cuando se ve en las cercanías del toro (parte
externa de la Puerta Grande) una pareja y su hija de 11 meses de edad
disfrutando del ambiente previo a la 2da Corrida de Feria, compartiendo con
amigos y conocidos, cuando de pronto se acerca un caballero del equipo de
seguridad civil del espectáculo a sugerirle a la familia (muy amablemente) que
debían retirarse del lugar ya que estaba prohibida la permanencia de menores de
edad en esa área.
El padre y la madre de la infante, muy respetuosa, pero a la vez muy efusivamente respondieron que no se retirarían pues la arbitraria prohibición era para el ingreso a las localidades de la plaza y ese lugar es un área común.
El padre y la madre de la infante, muy respetuosa, pero a la vez muy efusivamente respondieron que no se retirarían pues la arbitraria prohibición era para el ingreso a las localidades de la plaza y ese lugar es un área común.
El individuo
de seguridad buscó apoyo en el Comandante de la GNB para que le reiterase a la familia
en cuestión que no podían permanecer en el lugar, a lo que el Oficial agregó
que si seguían allí le podrían “ocasionar un problema de ORDEN PUBLICO” y luego
muy groseramente les dio la espalda y los dejó hablando solos, mientras que el
padre de la bebé alegaba que la noche anterior, permanecieron en el mismo lugar
sin ocasionar ningún inconveniente a los cuerpos de seguridad que tenían tomada
la plaza de toros.
Para la
desgracia de este oficial, el “problema de orden público” sí se generó pero a
las afueras del recinto, en las rejas que separan el estacionamiento general,
de los accesos principales de la Monumental Bernardo Valencia.
Gloria al
bravo pueblo taurino!!!, quienes reclamaron a viva voz su derecho de llevar a
sus hijos a donde estos decidan y darles la formación que mejor les plazca.
Se dice que el
Gobernador del Estado Carabobo Francisco Ameliach intervino para que fuese
permitido el acceso a los menores de edad al coso de Cabriales. Si es así, vaya
para él y su equipo todo nuestro agradecimiento, ya que unas fiestas que han
sido declaradas como Patrimonio Cultural, solo pueden ser difundidas y
mantenidas en el tiempo si se transmiten de generación en generación y estos
menores a quienes se les prohibió la noche anterior el acceso a las corridas,
no son más que nuestra generación de relevo.
Ojalá este gesto del Gobernador
Ameliach sirva de ejemplo para otros mandatarios regionales, en pro de mantener
vivas nuestras tradiciones y de generar ingresos a sus regiones a través del
turismo y los impuestos municipales que generan las corridas de toros.
JAVIER
MORENO ZAPATA
@xapata90
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